viernes, 7 de marzo de 2008

Para pensar

Acaba una semana donde han pasado cosas que dan que pensar. La última ha sido el asesinato hoy mismo, a dos días de las elecciones de una persona como otra cualquiera, trabajador y vasco, de ésos por los que dicen que luchan. ¡¡¡Qué hijos de ...!!!

Comentaba yo por otra parte que aunque hoy sea un día sólo de dolor, es imposible no pensar en el análisis. De hecho argumentaba yo que quizás lo ideal sería que la gente pudiera ser capaz de analizar y de darse cuenta de cómo debe actuar. De hecho, pensándolo serenamente, cuando los políticos dicen que hay que ir a votar en masa para demostrar que los terroristas no pueden marcar nuestra agenda, se equivocan. Si realmente no deben afectar nuestros actos, el que iba a ir a votar el domingo, debe ir y el que no iba a ir, no debe hacerlo. Igualmente si ibas a votar uno, equis o dos, debes votar uno, equis o dos.

Pero bueno, tampoco se merecen mucho más esta gentuza. De hecho no se merecen nada de nada, así que lo dejaremos aquí. Pasemos pues a la semana. Ésta empezó el lunes cuando a las 10 me dice mi jefe ... ¿Tú no tienes curso hoy? a lo que yo contesto casi indignado que no ... me vuelve a preguntar y entonces tengo que contestar que no ... que no ¡¡qué va!!. De hecho yo mismo me había delatado un rato antes cuando pedí que me actualizaran la nota del examen de inglés de hace un par de semanas. Al actualizarlo vieron en la aplicación que mi reino no era de aquel mundo.

Por cierto, sobre la nota de inglés, es más que curioso. La vez anterior tuve la sensación de haber clavado el examen y me quedé algo desilusionado al ver que me había quedado a menos de 20 puntillos de la "máxima" nota. Esta vez, salí moderadamente contento del examen, la parte escrita más o menos como siempre pero en la parte escuchada, más o menos bien, excepto por algunas en las que me distraje y luego no recordaba la conversación :-). El caso es que yo pensaba que mantendría la nota con relativa facilidad, a pesar de que ya no uso el idioma con la frecuencia de antes ni lo hablaba por teléfono con la asiduidad de antes. Pero lo que no imaginaba es que fuera a hacerlo mejor y es que esos 20 puntillos que me faltaron hace año y pico, ahora me han sobrado :-D. Como resumen, ahora puedo estudiar francés con libertad ... lo único malo es que ya no trabajo para ningún proyecto francés :-(.

Y precisamente la otra cosa que me ha dado bastante moral esta semana tiene relación con mi ex-proyecto. Ayer mismo se volvió a poner sobre el tapete la necesidad de comunicar que yo había salido finalmente del proyecto. Algo por otra parte obvio puesto que ya hace un tiempo que mis intervenciones son más que limitadas y espaciadas. Y la sorpresa vino a mí solita y sin llamarla cuando la respuesta recibida fue que antes de comunicar que yo salía del proyecto esperáramos a que ellos nos dijeran cómo había que hacerlo :-D.

Lo primero que dije fue ... "casi dos meses después y todavía no lo han dicho, ¡¡no le van a dar vueltas!!". Pero lo siguiente fue ... "pues he debido hacerlo muy bien si tantas reticencias tienen a comunicarlo, incluso después de casi un mes después de decirles que sólo echaba algunos ratos por allí, no se "atreven" a decirles que no van a poder contar conmigo :-).

Y la verdad es que salí del trabajo con una sensación, quizás justificada, quizás no, de que en los dos años y medio que he estado con esta gente he hecho un buen trabajo. La sensación de hecho fue tan grande que nubló otra de las buenas sensaciones de la semana. Y es que la semana ha tenido sus lados buenos y malos. En el lado malo sigue la cantidad de trabajo acumulada, sobre todo teniendo en cuenta que la semana pasada con el puente fue "media semana" y que ésta con el curso lunes y martes y la reunión del miércoles ha sido otra "media semana". Y a pesar de todo he acabado de ponerme más o menos al día. Lo malo es que lo que queda no es moco de pavo, pero bueno, haremos lo que podamos.

Volviendo al tema que nos ocupaba, el miércoles tuvo lugar una de esas reuniones corporativas, de las que suelen aburrir a las ovejas. Pero esta vez no, esta vez nos tenían reservada alguna que otras sorpresa. Hay que reconocer que el formato de esta vez era mucho más ameno y ágil que el de ocasiones precedentes. Y hay que reconocer también que para la próxima lo van a tener difícil pues incluso aunque hagan lo mismo no va a causar la misma sensación. Pero en todo caso yo creo que al menos han descubierto una línea que puede dar buen resultado.

El caso es que entre las diferentes presentaciones, hubo dos de ellas que nos fueron encargadas a dos, digamos, de la capa media. Y a mí me tocó una con algunos números que nos pillaban más de cerca así que dentro de que la gente pueda estar más o menos interesada en esos números, tampoco era de las peores. La presentación me la pasaron el miércoles de la semana pasada pero con el puente pues sólo me dio tiempo a verla una vez. Esta semana, con el curso de lunes y martes como que tampoco me dio mucho tiempo a verla, no digo ya estudiarla. Y llegó el miércoles y volví a mirarme la presentación. Vi que no tenía nada excesivamente complejo. Decidí que preguntaría sobre la marcha lo que no supiera o que pediría confirmación y que el resto iba a ser algo más improvisado ... y así fue.

Llegó mi presentación y empecé comunicando abiertamente que me iba a salir del guión. Dije lo que me parecía (aunque bueno, todo muy "polite", tampoco es que hubiera mucho riesgo) y en general todo eran cosas en las que realmente creía, no es que estuviera intentando convencer a nadie. El caso es que intenté hacer que la gente participara un poco, lo conseguí a medias, hice bromas de algunas cosas, sobre todo de mí mismo y al final la gente quedó bastante contenta. Luego parece que se ha corrido la voz y por ahí las malas lenguas (yo afirmo que mienten como lenguas bellacas) dicen que se lo pasó muy bien y más de uno dice ahora que le hubiera gustado ir a mi reunión en vez de a la que fue. En fin, no es la primera vez y es que cuando uno hace el ridículo o medio el ridículo, a la gente le gusta :-).

En cierta forma ha pasado como lo que pasó hace tres años cuando me pidieron hacer una presentación de mi "vida laboral" que acabó con una entrevista al jefe haciéndole la pregunta incómoda que todo el mundo dudaba si haría (en un alarde de transparencia pasé las preguntas a todo el mundo y todo el mundo veía en plan Hitchcock que la pregunta se acercaba y contenían la respiración con tanta expectación. Yo la hice pero no porque la tuvieran los demás, en esos momento ni me acordé).

Y ya para cerrar, diremos que parece ser que las reuniones de este tipo necesitan de algún payasete que las anime de vez en cuando (metí al menos un par de patones, aunque no excesivamente graves). De hecho las que no están animadas se pierden en el olvido como lágrimas en la lluvia. La prueba de ello es que justo el día antes me preguntaron: ¿Este año qué presentación haces? y yo respondí "Ninguna, yo nunca he hecho ninguna presentación oficial, la única fue la de aquella vez hace tres años ...". Pero curiosamente para la gente resulta que yo participo todos los años :-D. En fin ... alguna que otra cosa ha quedado ahí para pensar.

Un saludo, Domingo.

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