sábado, 22 de marzo de 2008

Semana Santa 2008

Me repito por enésima vez. Una de las cosas buenas de tener un blog es la de poder leer lo que escribías, lo que pensabas y lo que pasaba el año anterior. Cierto es que el año pasado la Semana Santa cayó un pelín más tarde o mejor dicho ésta ha llegado excepcionalmente temprano. Pero fundamentalmente hablamos de una diferencia de un año y en comparación con el año pasado, éste no he trabajado en Semana Santa.

La semana empezó donando plasma por la mañana y por la tarde con mis amigos los albañiles del seguro yendo a arreglar por fin el estropicio del cuarto de baño ... varios meses después de que se produjera y de que se reportara. El martes aproveché para ir a la playa a correr un rato. No corrí mucho ya que hay auténticas dunas producto del temporal que engulló nuestras arenas hace no mucho. En realidad podía haber corrido más pero tras pasar una de esas dunas y quedarme exhausto pensé que complementaría los 15 minutos que había corrido con el correr por el agua de vuelta a casa. En realidad tampoco es que corriera mucho por el agua ya que todavía estaba bastante fría y mis pies descalzos (me descalcé para correr por la arena) todavía se quejaban al pasar por las zonas de piedrecitas.

Eventualmente llegué allí por donde había empezado y tras dejar la camiseta y las botas de fútbol que usé para correr por la arena, procedí a completar la inmersión. La inmersión tardó un rato en completarse ya que mi cuerpo chirriaba como antaño gritando en su lenguaje ... "¿Estás loco?, anda y vuelve a casa a tomar una duchita caliente.". La primera vez que te metes en agua helada siempre resulta más complicado. La semana que viene si me meto seguro que no me cuesta tanto trabajo. Lo dice la voz de la experiencia :-).

Tras un agradabilísimo ratito dentro del agua que incluyó un paquete turístico japonés con dos operadores de cámara (una de ellas una mini steady-cam) y otro paquete turístico de nacionalidad desconocida que navegaba en un pseudo-velero, velero sólo de forma, de forma de carabela que iba propulsado a base de octanos y que volaba a unos 30 metros de la playa con su preciado contenido de turistas que agitaban los brazos saludando a todo el que quisiera responderles. Espero que lo disfrutaran ya que yo jamás podré hacerlo viendo la de cabezazos que daba el barco y la poca resistencia que suele oponer mi estómago a conservar dentro su ácido contenido.

El miércoles fue un día para hablar de lo divino y de lo humano y de experiencias quasi-paralelas en la empresa pública y la privada. De paso vi a Julia, ya con sus dos añitos y medio hecha toda una mujercita :-).

El jueves estaba previsto un viaje relámpago que al final se vio truncado por el mal tiempo. De hecho, yo desde aquí no advirtiera la gravedad de la situación, luego pude ver en los informativos los serios destrozos que el temporal había causado por la provincia. Baste decir que mientras que toda España estaba en alerta verde, en Almería y Granada estaban en amarilla y Málaga fue la única provincia en alerta naranja.

Umm, se nos va acabando la semana, ayer tocó hacer turismo, comer de nuevo en un restaurante hindú, que por cierto van perdiendo puntos en favor de otras cocinas que hemos probado últimamente como pueden ser la libanesa o incluso la rumana.

Y hoy ... hoy partido de fútbol como todos los sábados y como siempre que se acerca el buen tiempo, sudores a chorros, pérdida masiva de sales que la bebida isotónica no puede compensar y ligero dolor de cabeza por la tarde. Vamos a tener que volver a la vieja/buena costumbre del platanito de Canarias antes del partido.

Y ya está, con esto lo dejamos por ahora, ya terminaremos de contar el final del fin de semana y la planeada donación de sangre del lunes :-).

Un saludo, Domingo.

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