viernes, 1 de agosto de 2008

Funcionarios

Funcionario o interinos, esto es, pseudo-funcionarios ... eso es lo que rodea cierta parte de mi vida, en particular la que tiene que ver con los antiguos amigos de la carrera y los amigos y ex-compañeros y los amigos de los amigos y los amigos consortes (no confundir con amigos con suerte).

El caso es que muchos de ellos son ya funcionarios. En particular un par de ellos son funcionarios desde hace dos o tres semanas ... y por supuesto yo soy el segundo en alegrarme. Lo que ocurre es que entonces llega la ineluctable pregunta ... ¿y tú por qué no te sacas unas oposiciones, con lo que tú eres?. Y entonces es cuando llega la respuesta típica. Ahora mismo la verdad es que es complicado, el trabajo y esas cosas. Evidentemente es cierto, es así, trabajando es muy complicado sacarse unas oposiciones y trabajando al ritmo que he estado trabajando hasta julio es, más que difícil, imposible.

El trabajo de funcionario levanta pasiones contrapuestas. Evidentemente los funcionarios, algunos de ellos como mínimo, dan una imagen con la que tienen que vivir el resto de asalariados del gobierno. Por otro lado, no es menos cierto que muchas de las personas que se presentan a unas oposiciones lo hacen precisamente por tener poco o nada que hacer en sus horas de trabajo y, además, bastante tiempo libre con el que poder resarcirse de la frustración que sufren por las mañanas :-).

Solamente por precisar algo que conozco bien, de segunda mano, pero bien, el trabajo de profesor no es exactamente así. Ciertamente tienen pocas horas de clase, muchos privilegios y vacaciones pero también es cierto que trabajan con lo que una vez en la radio definieron como "material estresante". Quizás por ese motivo (no por lo de estresante sino por el material en cuestión) es por lo que a mí no me gustaría ser profesor. El día que se cansen de mí en la empresa o yo me canse de ellos probablemente pondré cerco a la plaza de informático en la Junta de Andalucía, el ayuntamiento o algo así.

Por otro lado, creo que así a bote pronto tengo meridianamente claras varias cosas:

1.- Muchos funcionarios hacen muchas cosas mal y muchos otros tienen muchas prebendas.
2.- El que quiera criticar a un funcionario que coja y se saque unas oposiciones (a poder ser sin enchufe, claro).
3.- No todo el mundo puede ser funcionario si no, evidentemente, nuestro modelo se sociedad se iría al garete. Sin embargo, eso no es impedimento para que todos podamos tener la aspiración de serlo un día de estos.
4.- Ser funcionario incluye unas reglas que son cambiantes. A veces tienes que demostrar que estás entre los 20 mejores de los 800 que se presentan, a veces sabes que necesitarás como mínimo dos oposiciones ya que la "orden" es que entren todos los interinos y tú, sin tiempo de servicio, es imposible que lo consigas.
5.- La vida del opositor no se lleva demasiado bien con algunas otras cosas que se han convertido en importantes en tu vida.

Y esos puntos son los que uno valora cuando cada cierto tiempo, alguien le recuerda las bondades del funcionariado y que uno tiene la capacidad suficiente como para intentar dar el salto con ciertas garantías. Entre esas garantías está el hecho de que por ejemplo una de las personas que dejó el trabajo para trabajar de interino sacó una muy buena nota en el examen. También está el hecho de que afortunadamente, hasta ahora, en todos los ambientes en los que he estado, mi trabajo ha sido reconocido como de los mejores.

Por otro lado, evidentemente no todo es pensar que unas oposiciones se sacan con el ... que tampoco es así. Hay muchos otros condicionantes como por ejemplo el hecho de que te puedan mandar por ahí una serie de años, de que no te puedes permitir tomarte un año sabático para prepararte unas oposiciones porque normalmente tienes una serie de compromisos personales y económicos etc.

En cualquier caso, lo que está claro es que hay que felicitar a los nuevos funcionarios, desear a los futuros funcionarios que lo sean pronto y olvidarse por ahora de ser funcionario hasta que llegue el momento, si llega, de tomar la decisión.

Un saludo, Domingo.

2 comentarios:

Toni Solano dijo...

Con lo de funcionario hay mucha leyenda urbana y mucha mala uva. Los funcionarios son en su profesión como todo el mundo: buenos, malos y regulares. Si a un cliente lo atiende un cajero de banco desagradable no suele decir: "vaya mierda todos los cajeros de banco" (o conductor de autobús, agente de viajes, etc.). Pero, ¡ay! si es un funcionario...
Gracias a que soy profesor y funcionario, puedo dedicar un montón de horas a mejorar en mi trabajo; cuando trabajaba en un colegio privado, llegaba a casa tan molido, que los únicos deberes que me apetecía mirar eran las sábanas blancas.
Y, como tú dices, al que le fastidie tanto la envidia funcionarial, sólo tiene que opositar (y aprobar, claro).

Domingo dijo...

Hola Antonio. La verdad es que tienes toda la razón. Probablemente me faltó decir una cosa y aclarar otra. Me faltó decir que ninguno de los funcionarios que me distinguen con su amistad encaja en ese estereotipo y aclarar que estas mismas personas son las que me han hablado de otros, que se hacen llamar compañeros, y que son los que dan lugar al estereotipo. Evidentemente no hay funcionarios mejores o peores sino mejores o peores personas. Yo hasta el momento no tengo queja de las que me rodean :-).

Un saludo, Domingo.