Hace un par de semanas que no escribo, aunque ahora he cogido la costumbre de crear un borrador cada vez que quiero hablar de algo para que así no se me pase (o se me pase menos). Y este es uno de ellos, uno de los primeros de hecho de lo que puede ser quizás una costumbre que coja raigambre. El caso es que hace un par de semanas me mandaron el siguiente artículo (o uno muy parecido). En él se informa del efecto que el trágico accidente de Benalmádena, ese en que un todoterreno, mejor dicho el conductor, destrozó su vida para siempre y lo que es mucho peor, la de un montón de turistas cuyo único pecado había sido venir de vacaciones, quizás a emborracharse, pero encontrarse con el borracho equivocado en el momento más equivocado.
Este tipo de accidentes siempre ha sido seguido en mi familia muy de cerca y quizás por eso recuerdo alguno que otro. Este no ha sido de los peores ... afortunadamente. Pero a pesar de todo sí que logró acabar con las escasas reservas de sangre de los hospitales de Málaga. A ver, eso de sangre para 24 horas que pone en el artículo, quizás sea exagerar un poco con intención de llamar a unas donaciones masivas, pero en cualquier caso no importa, me quedo con el mensaje: "Hay que ir a donar". Y eso hice ... bueno no, esta vez no. Pensaba que sí que ya me tocaría pero cuando fui a ver el carnet resultó que todavía me quedaban un par de semanas como mínimo para poder hacerlo. Estaba en concreto en la cafetería cuando un grupo de donantes creo que asiduos estaban organizando una "kdd" que dirían los mocetones de hoy en día y los un poquito más mayores para ir a donar este viernes pasado, es decir, ayer (aunque tampoco sé qué fecha de publicación pondrá, si la real o la de creación del borrador que es mucho anterior).
Así que tuve que declinar la oferta. Oferta por otro lado interesante ya que algunas personas concienciadas las organizan y arrastran a unos cuantos que es probablemente más que lo que consigo yo con mis correos. Porque, efectivamente, al igual que hice en el 2002 y el 2006 (si no recuerdo mal), envié uno de esos correos no deseados a toda la empresa, cual vampiro, solicitando parte de su sangre.
Alguna vez me he preguntado qué porcentaje de las donaciones de sangre que han hecho las personas de mi empresa serían mías. Incluso ahora que somos 600 no me cabe duda de que sería un porcentaje alto ya que según parece la OMS estima que un número aceptable de donantes para poder cubrir todas las necesidades es del 4% de la población total. Por lo visto en España estamos bastante cerca, en torno al 3,8% y si estamos en esa línea aquí en Málaga, resultaría que entre mis compañeros de trabajo habría unos 24 donantes. Y de esos donantes ... suponiendo que hayan donado una vez al año (que entiendo que eso es la media), tirando por arriba 8 años por 24 donantes ... 192 donaciones. Umm, pues sí, mis donaciones serían un porcentaje importante :-D.
Pero bueno, una vez pasado el momento narcisista, decía que quizás sus actos surten más efecto que los míos. Yo me limité a escribir, a escribir a todo el mundo de la empresa y a escribir al director del Centro Regional de Transfusión Sanguínea de Málaga y presidente de la Sociedad Española de Transfusión Sanguínea, el señor Isidro Prats, ese caballero que me miró con cara "rara" hace un par de años cuando le regalé la camiseta de donante de oro a Diana Navarro, (no en vano ella podrá hacer mucha mejor propaganda que yo). Pues bien, la web de la hermandad de donantes parece que no está excesivamente bien mantenida, vamos que como que no la tocan desde 2004 o así y el correo no le llegó a mi buen amigo Isidro.
En el correo proponía instaurar/crear/promover un premio a la empresa más solidaria del PTA. Por ejemplo, se podría premiar a la empresa que tenga más donaciones por 100 empleados o algo así. La idea es hacer algo parecido a lo que hacen mis compañeros que se llevan arrastrando a los demás, pero a nivel corporativo. Sabiendo la competitividad que hay en el mundo empresarial, creo que las empresas animarían a sus empleados a donar si con ello ellas consiguen recibir un premio y por tanto publicidad. Subyace debajo de esta iniciativa el hecho de "pagar" por recibir sangre, no sería un pago directo, tú das un premio a una empresa que probablemente lo que hará será hacer algo de publicidad interna y externa. Incluso podría dar alguna que otra bagatela a los que participen (que conste que yo creo que me abstendría en el sentido de que mis donaciones no deberían contar para el premio).
Dudo si los estatutos del CRTS permitirían hacer algo de este tipo, pero bueno, yo lo propongo y si no puede ser, pues ya está.
Bueno, ya con esto acabo. Aunque no sin antes animar a donar sangre a cualquiera que pase por aquí, bien ahora o bien en un futuro ;-).
Gracias.
Un saludo, Domingo.
viernes, 2 de mayo de 2008
Donantes y empresas
Etiquetas:
diario
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